domingo, 15 de febrero de 2015

Cueva de las dos puertas - Grazalema

Mirando al cielo era fácil deducir que la meteorología no iba acompañar en este nuevo sendero, pero ya que se estaba en Grazalema y era temprano, había que intentarlo.

A las cueva de las dos puertas se puede llegar desde distintos puntos. Nos decantamos por la senda circular que sale del aparcamiento del camping. Aquí hay dos opciones, una subida corta e intensa, o una larga y suave. Nos decidimos por la larga y suave. La primera empieza al otro lado del camping, junto a la carretera, y la segunda sale directamente desde el aparcamiento del camping. 


Salimos con los chubasqueros puestos. La cosa no pintaba muy bien.




Entre las nubes, abajo en el valle, se vislumbra Grazalema.


Por arte de magia la nube se va y el día parece arreglarse. Pobre iluso.



Pronto llegamos al cruce que conduce al Boyar o Grazalema.


El puerto de las presillas se supone que estaba entre las nubes. 


El cielo se abre, parece que vamos a tener suerte.


Seguimos por la senda. Llegado al siguiente cruce, tomamos dirección a Villaluenga.



A lo largo de la senda nos topamos con montones de tronco.


En este punto, se ve como han plantado un pequeño árbol y con los troncos han hecho una pequeña jaula para proteger al arbolito.


Hay que estar atento, después de unos dos kilómetros la senda se divide en dos. Tiramos hacia la izquierda.



Pronto se llega a un pequeño prado, aquí la senda desaparece. Con la falta de visibilidad hay que tirar de GPS.


Si uno se fija bien, hay montecitos de piedra indicando la ruta a seguir.



Este tramo lo hacemos sin alejarnos uno del otro. Es fácil perderse.


Al final del prado toca una pequeña trepada.


A veces la visibilidad es casi nula. 





Tras un rato de cresteo, se gira la derecha y enfilamos hacia la cueva de las dos puertas.


Por fin llegamos a la cueva.


Una pena la nube.



Pronto reemprendemos la marcha. El tiempo esta empeorando.


La bajada se hace con cuidado, ya que hay mucha piedra suelta y mojada, además, el viento pega fuerte.




Debajo de las nubes se divisa Grazalema. 




Después de una corta e intensa bajada, abandonamos el campo abierto y llegamos al bosque. Los arboles nos protegen del viento.


Unos metros antes de llegar al Camping, justo en el palo, la senda se divide en dos. Tomamos la de la derecha.


Y por fin llegamos a la carretera tras atravesar esta angarilla de madera.


La angarilla, esta a la espalda del camping, junto a la carretera. Este es el punto de entrada si se prefiere llegar a la cueva tras una subida corta pero intensa.


Pues nada, ya se acabo el sendero de hoy. Corto pero muy bonito. Lo que tenemos claro que tendremos que volver a realizarlo con buen tiempo.



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