sábado, 12 de abril de 2014

Sierra de Fates

Tras varios intentos de venir a conocer estar Sierra, por fin nos decidimos a pasear por la Sierra de Fates.

El camino empieza en la pequeña villa de Facinas. Esta coqueta pedanía se encuentra a las faldas de la Sierra de Fates. Estas rocas la protegen del viento de levante, el cual suele azotar la zona con virulencia. 

Desde la plaza de España se toma el camino hacía el cementerio. Nada más salir de la villa existe una pista de albero que lleva a la Sierra de Fates. Pronto nos encontramos con un desvío.  Al ser la ruta circular se puede coger un sentido u otro. Nosotros nos decantamos por la derecha, ya que preferimos hacer la subida al principio.


A mano izquierda dejamos algunas bonitas casas de campo.


Al fondo vemos el mar de ventiladores


A los pocos metros nos paramos en la fuente "El Chorrito" restaurada por el Taller de Empleo Facinas Rural. Antiguamente este era uno de los puntos en los que se reunían las mujeres de Fácinas a lavar la ropa.



Poco a poco vamos ganando altura. Al fondo se puede divisar el embalse de Almodovar.




A mitad de camino nos encontramos con unas formaciones rocosas impresionantes. 



Ya llevamos varios kilómetros de continua subida. Esta no tiene mucha pendiente por lo que se hace llevadera. Merece la pena descansar para mirar el inmenso pinar.


Por fin, después de seis kilómetros hemos llegado a la parte más alta del camino. Nada más llegar a los molinos nos topamos con un carril que tira directamente a la playa de Valdevaqueros. Al fondo se observa la gran duna de Valdevaqueros. Duna que conocimos en la ruta Sierra de San Bartolo.


Cogemos el cortafuego enfrente enfrente de la valla. La senda de bajada no esta muy indicada, pero no hay perdida. Ante cualquier duda, siempre hacia abajo.




A mitad del cortafuego pasamos por un bonito campo de helechos.



Ya son casi las cuatro, el estomago lleva un rato pidiendo comida. Así que se realiza una breve parada técnica.


Que bueno esta el Choped Pork en el campo.


Seguimos bajando.


Casi al final de la bajada, nos metemos en un pequeño bosque de alcornoques.


En este punto hay que estar atento ya que el camino no esta muy bien indicado. De vez en cuando miro el GPS.



Nada más acabar el pequeño bosque, existe una pequeña pista que hay que coger a la derecha.


Y a los pocos metros a la izquierda para seguir bajando.


Alguna de estas cayo por la noche en el restaurante la vaca loca en Tarifa.


Se cruzan varios riachuelos.



Pronto llegamos al GR-7. Este sendero nos lleva desde Tarifa hasta Andorra y continua hasta Grecia.


A los pocos metros del desvió, nos metemos campo a través para dirigirnos a la Torre del Rayo.





A medida que nos alejamos las vistas a la misma son preciosas.



Ya estamos en la parte baja del camino. Ahora el camino es un continuo sube y baja.



Es curioso como las raíces del árbol se agarran a la tierra.


La senda es estrecha.


El cielo se va despejando poco a poco.


Nos sorprende las múltiples calas que nos encontramos por el camino.



Tras poco más de veinte kilómetros volvemos a divisar el pueblo de Facinas.


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